Se han establecido algunas características que hacen que se pueda considerar como funcional un alimento, estas son:
- Los alimentos funcionales son, valga la redundancia, alimentos. No son suplementos.
- Los alimentos funcionales deben ser seguros Estos productos pueden ser productos o alimentos tradicionales en los que, por medio de estudios, se haya o se pueda demostrar que son inocuos.
- Los alimentos funcionales pueden ser totalmente nuevos o contener ingredientes nuevos. Pueden considerarse alimentos nuevos cuando haya cambiado significativamente el contenido de uno de sus componentes o ingredientes habituales. En este caso, debe evaluarse su seguridad toxicológica y nutritiva según las reglas establecidas para los productos nuevos.
- No se aceptan reivindicaciones médicas.
- En caso de persistencia en cuanto a la existencia de reivindicaciones médicas, estas deben referirse a acciones o efectos de un nutriente o de un componente alimentario reconocido o aceptado de forma general, y debe haber suficiente evidencia científica que corrobore dicha reivindicación.
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