Grado de implantación:
El
desarrollo mundial de alimentos funcionales ha sufrido una importante evolución
en pocos años. Así, la venta de dichos productos ha experimentado un
considerable aumento desde 1995 (cuando se comercializaron productos por un
valor de 25 billones de dólares) hasta el año 2000 (cuando la cifra alcanzó los
35 billones de dólares). Japón, Europa y Estados Unidos son los tres
principales consumidores de dichos productos.
A Japón le
siguen Estados Unidos con un mercado de 8.138,3 millones de dólares, Reino
Unido con 2.720,9 millones de dólares, Alemania 2.447,2 millones y Brasil
2.335,8 millones.
La
implantación de estos alimentos ha ido rápida ya que se ha convertido en una
tendencia por parte de los productos la tendencia de poseer “contenidos extra”,
la publicidad y etiquetas ayudan a promocionar las características benéficas
para la salud, tanto alimentos “con” - Ácido fólico – como alimentos “sin” –
conservantes – o simplemente alimentos que tradicionalmente son saludables por
sus cualidades propias.
Y en países
como España, estos productos se han implementado e integrado en los propios
hábitos alimenticios, un ejemplo claro es el aceite de oliva, considerado como
el Alimento funcional por excelencia en España ya que posee componentes de gran
actividad biológica, su interés en este producto se debe a que en los países
mediterráneos la incidencia de enfermedad coronaria y de cáncer es menor en
comparación a otros países en los que no se consume.
Evolución
de los alimentos funcionales:
La idea de
tener alimentos que nos brindarán un valor curativo y medicinal no es algo que
se considere moderno, ya que desde los siglos V – VI a.C el médico Hipócrates
–Griego- tenía la idea de que la salud estaba íntimamente ligada a los
alimentos; los primeros indicios sobre los alimentos funcionales se sitúan en
Asia, específicamente en China en el año 1000 a.C. ya que ha existido la
tradición de atribuirles propiedades curativas o terapéuticas a ciertos
alimentos.
Una
situación en la que observamos la implementación de los alimentos funcionales
es luego de la segunda guerra mundial, Japón otro país asiático, tras una serie
de investigaciones y conclusiones, aprueba el primer programa supervisado por
el Ministerio de Educación, Ciencia y Cultura en los años 80 (1984), un
programa sobre los alimentos funcionales en donde desarrollan una serie de
alimentos con características determinadas que además de nutrirlos también
mejoraran su precario estado de salud, luego de esto se fomenta el estudio y la
investigación de las propiedades y características de estos alimentos en
diversas Universidades y el año 1986 se realiza el primer foro sobre los
alimentos funcionales, en donde una variedad de expertos propusieron diferentes
métodos para mejorar la salud de la población mediantes la aplicación de estos
alimentos.
En Europa,
al igual que en Norteamérica, los primeros estudios basados en esta área
estaban basados en las enfermedades por el déficit de nutrientes, luego de los
años 80 son influenciados por las investigaciones de los japoneses y es donde
ciertos países Europeos comienzan a mostrar un gran interés por esta área de
nutrición.
Luego de
esto, el año 1996 se celebró la primera conferencia internacional sobre
perspectivas de los alimentos funcionales en Francia, en donde se discutió el
estado actual de las investigaciones hechas por la ciencia en el campo de los
alimentos funcionales, de acuerdo a las conclusiones obtenidas en este foro,
decidieron establecer áreas que tendrían una aplicación específica como
desarrollo, metabolismo, defensas, prevención, tratamiento de
enfermedades, fisiología, etc.
A partir de
aquí, hubo dos reuniones más, y no es hasta 1999 año en el que se elaboró el
primer documento de consenso sobre conceptos científicos que tienen relación
con los alimentos funcionales.
El
desarrollo de los alimentos funcionales ha sufrido una evolución importante en
muy pocos años, ya que la venta de estos productos ha experimentado un aumento
desde 1995 hasta el 2000, los principales consumidores de dichos productos son:
Japón, Europa y Estados unidos
Actualmente
se sigue investigando sobre los alimentos funcionales con el fin de conseguir
una mayor información sobre las propiedades y efectos positivos que estos
puedan brindar sobre el cuerpo humano, y que estos quedan reflejados en el
Reglamento (CE) no 1924/2016 del Parlamento Europeo y del Consejo, del 20 de
diciembre de 2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades
saludables en los alimentos.